Me pregunto qué haría… Qué haría si un día tus besos no se posan en mi piel, ni tus ojos vuelven a contemplarme… Me pregunto cuánto durará la luz del sol para tí, o para mí…
Pensar que cada día que pasamos juntos jamás volverá… Que cada sentimiento se desvanecerá con la brisa… Me pregunto por qué siento tanto miedo de que ese día llegue… Seamos jóvenes o viejos, es un temor tan grande que aún no puedo evitar sentir, es esa tristeza que antecede el momento en que cualquiera de los dos tenga que partir dejando un alma triste que suplicará por cada noche, por cada beso que desaparecerá con el tiempo… Miedo a ese dolor inaguantable de no tenerte… De esperarte cada día con la angustia de saber que nunca volverás… Que tu voz ya no escucharé y que sólo quedaré envuelta en un manojo de recuerdos que me hablarán de tí…
No es egoísmo, no, pero no quiero que ese momento llegue jamás… Ni para tu dolor, ni para mi tristeza…
Cada noche al despedirte te abrazo como si fuera la última vez y quisiera no dejarte ir mi amor… Es tan estrecho el límite entre la vida y la muerte, entre el amor y un simple recuerdo… Que a veces me pregunto cuánto tiempo nos quedará para seguir disfrutando de este amor tan bello y sincero que nos une…
...Pero aún así, se que sea quien sea que tenga que partir primero, vos o yo, uno de los dos esperará en ese lugar hermoso para continuar nuestra historia, nuestra hermosa historia de amor...
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